LA GRAN PREGUNTA
Sí que es verdad, que a veces las circunstancias se escapan de nuestro control y no podemos evitarlo, pero, en la mayoría de las ocasiones, algo podemos hacer para mejorarlo o para cambiarlo.
Tres razones por las que preguntarte ¿Qué puedes hacer tú para mejorar esta situación?
1. Te responsabilizará de tu situación: Te devolverá, automáticamente, la pelota tu campo. Ahora no vale echar “culpas” fuera, ahora toca cambiar la “culpa” por la RESPONSABILIDAD y ponerte en acción.
2. Te ayudará a ver con claridad lo que te sucede: Tener la responsabilidad de mejorar la situación, te ayudará analizar lo que te está pasando realmente. En este momento, muchas veces, nos damos cuenta que lo malo no es tan malo y que eres perfectamente capaz de cambiarlo.
3. Te conectará con la solución o soluciones: Analizar con responsabilidad tu situación, te abrirá un abanico de opciones de soluciones, que con la pelota de la “culpa” fuera tu campo, no veías. Pensar en cómo puedes mejorar una situación, sea la que sea, pone tu foco en la solución y no en el problema, te devuelve el control que habías cedido y tu capacidad para resolver, cambiar o mejorar aquello que te perturba.
Ahora, ya tienes una herramienta más para ayudarte a mantener tu día a día en el mejor estado. Esto no significa que, a partir de ahora, solo te pasen cosas que te gustan. No es que tus circunstancias siempre vayan a ser las más adecuadas. No se trata de que todo siempre sea alegre y divertido.
Se trata de estar activo, de no quedarte paralizado mientras los problemas te pasan por encima, arrinconándote en la queja y el victimismo. Se trata de tomar las riendas de tu vida y por fin… ¡VIVIR!
Así que, pregúntate todas las veces que lo necesites ¿qué puedes hacer tú para mejorar esta situación?
¿A qué esperas? Recuerda… LA VIDA ES HOY
Marta Pintado