CÓMO SUPERAR EL SÍNDROME POSTVACACIONAL
Pero cuando repites la frase unas cuantas veces al día, con esa fuerza y energía como lo haces últimamente, igual es, que lo que realmente necesitas, es pararte a reflexionar un poquito más a fondo, sobre tu día a día.
Porque, está bien salir corriendo con tu maleta, rumbo a tu paraíso, como si no fueras a volver nunca más o como si, cuando vuelvas, todo habrá cambiado o mejorado por arte de magia vacacional… ¡Despierta! ¡Las cosas no cambian solas! O las cambias tú o todo seguirá igual que estaba. Esperando a que llegues de vacaciones, para continuar de la misma manera que siempre, justo en el mismo punto en el que las dejaste.
La buena noticia es, que puedes dedicar unos minutos a reflexionar, sobre qué es eso, que te hace salir huyendo de vacaciones, como si no fuera a llegar el momento de volver.
¿Cómo? ¡Muy fácil!
Coge una hoja de papel o tu libreta y un lápiz. Haz tres columnas:
Columna 1: Escribe todo por lo que no paras de repetir “qué ganas tengo de irme de vacaciones”. Ej:
- Mi jefe está insoportable.
- No soporto a mi compañero _________.
- No me gusta hacer informes.
- Odio las reuniones, son una pérdida de tiempo.
Columna 2: Escribe cómo podrías solucionar, lo que has escrito en la columna 1. Ej:
- Mi jefe está insoportable: Mi jefe necesita irse de vacaciones y reflexionar. Le puedo regalar el libro 5 minutos y 60 días, a ver si vuelve mejor.
- No soporto a mi compañero: Me puedo tomar un café con mi compañero, a ver si entiendo qué le pasa. A veces, una charla informal nos ayuda a comprender a los demás y mirarlos con otros ojos.
- No me gusta hacer informes: Propón a tu superior un cambio de tareas o de departamento como desarrollo profesional. Busca formas creativas de hacer lo mismo de otra manera diferente.
- Odio las reuniones, son una pérdida de tiempo: Puedes proponer formatos más eficientes de reuniones. Si no tienes esa posibilidad, mira la forma en la que puedes aportar algo de valor, hacer que sea una oportunidad y sacar algo de provecho de esa reunión. Si estás ahí, es por algo, piensa por qué.
Columna 3: Escribe todo lo que más te gusta de tu trabajo, con todo detalle, recréate en describirlo.
A veces, ver las cosas que nos disgustan de formas diferentes, nos ayudan a cambiar la percepción y la experiencia diaria. Ocuparnos de ellas y mejorarlas o cambiarlas, siempre que podamos, en lugar de dejarlas como están, es algo necesario, si queremos que nuestro día a día cambie. Sin acción no hay reacción. Y por supuesto, darte cuenta de todo lo bueno que hay y que te rodea, si es más que lo que nos disgusta, inclina la balanza, compensa y nos hace conscientes de por qué merece la pena estar allí.
Si necesitas más ayuda puedes leer 5 minutos y 60 días, como lectura de verano.
Si aún así, no encuentras nada por lo que volver, entonces plantéate seriamente un cambio. O… ¿Vas a quedarte repitiendo con energía la misma frase año tras año?
¿A qué esperas?
Recuerda… LA VIDA ES HOY.
By Marta Pintado