¡¡VÍSTETE DE AUTOCONFIANZA!!

¡¡VÍSTETE DE AUTOCONFIANZA!!

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VISTETE DE AUTOCONFIANZA

Hace poco leí en una foto de perfil de WhatsApp, una frase que venía a decir algo así como que la autoconfianza es el mejor vestido que puedes llevar puesto o que la mejor manera de vestirse es de autoconfianza. Me quedé con la idea pero no con la frase literal… Así que, hice yo mi frase de esa idea que tanto me gustó: “Vístete de autoconfianza”. Y cada mañana cuando pienso en «¿qué me pongo hoy?», me surge un «¡de autoconfianza!».

Y… ¿Qué es para ti la autoconfianza? Para mí, la autoconfianza, es la conciencia y seguridad de tu capacidad para afrontar, o mejor aún, de disfrutar y vivir diferentes situaciones. Creo que pocas cosas hay mejor en la vida, que sentir que eres plenamente capaz de dar cada paso que das. De sentir que es eso, lo que debe ser y que es ahí, donde quieres estar… Aunque solo lo consigas sentir en determinados momentos, merece la pena. Y eso, solo se logra confiando en ti y en tu alrededor, aceptando la vida y mejorando todo y a todos los que te rodean. 

Confiar en ti… Creo que una de las mejores cosas que puedes hacer para confiar en ti, es descubrir quién eres, qué quieres hacer y darte el permiso para serlo y hacerlo. Atreverte a ser tú, con tus perfecciones e imperfecciones, con tus fortalezas y debilidades. Ser quien realmente eres, como tú quieres ser, sin pensar en cómo quieren los demás que seas, porque cuando actúas como los demás quieren que actúes, no eres tú, no lo sabes hacer y por lo tanto no podrás hacerlo con confianza, siempre estarás dudando de si es así, como querían que lo hicieras o que fueras ¡No eres ellos, eres tú!

Aceptar y confiar en la vida es otra de las fuentes de autoconfianza. Significa no estar en continua lucha con lo que nos pasa ¡No luches con la vida, baila con ella! “Bailar con la vida” es otra de las frases que resuenan en mi cabeza, junto con “abraza a la incertidumbre” y “no importa lo que te pase, si no lo que hagas tú al respecto”. Si algo no te gusta, acéptalo y haz algo por mejorarlo, en lugar de quejarte y  enfadarte. Disfruta de todo lo que haces y lo que vives, no pienses tanto en qué pasará mañana, fluye y piensa que todo está bien. Hay dos formas de ver la vida, bien o mal, desde la ansiedad o la serenidad,  tú verás en donde te sitúas…

Y sobre todo SONRIE, cuando sonríes no dejas espacio al pesimismo y al mal humor. Generas bienestar, serenidad, alegría, autoconfianza… Y estos, son los mejores vestidos que te puedes poner cada mañana…

 

¿Y tú?  ¿De qué te vistes cada mañana?  ¿A qué esperas?

Recuerda LA VIDA ES HOY

By Marta Pintado

 

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CAMBIA TU ENTORNO EN 7 PASOS Y 21 DÍAS

CAMBIA TU ENTORNO EN 7 PASOS Y 21 DÍAS

CAMBIA TU ENTORNO EN 7 PASOS Y 21 DÍAS

7 pasos 21 días bLa cantidad de veces que habremos oído todos, y más por aquí, que si no estás bien con lo que haces, con tu trabajo y con tu vida, que te lances y cambies. Que seas tú, que vivas tu vida y no la vida que otros quieren que vivas. Que no te conformes con lo que haces si no te gusta.  Pero… ¿Qué pasa cuando no quieres cambiar de trabajo aunque no te guste mucho? Esta pregunta me la hacía el otro día una amiga. Y es que es cierto que hay mucha gente, que por su forma de ser, prefiere continuar con un trabajo que no le gusta demasiado, pero que les da un sueldo al mes y no quieren “arriesgarse” a cambiarlo. ¿Se puede hacer algo para mejorarlo?

–Pues pasar no pasa nada. ¡Claro que lo puedes mejorar! Siempre que se haga ese trabajo, con la mayor alegría posible –le dije yo. Y es que puedes cambiar la actitud y ser un poco más feliz con lo que haces, siempre que no te horrorice. Más bien depende de la actitud con la que lo hagas y la alegría que aportes a tu entorno. Pero para eso, amiga, algo sí hay que cambiar…

7 pasos

Si eres de ese grupo de personas que no quieren cambiar de trabajo pero que sí quieres ser feliz en él y ahora no lo eres, te dejo aquí estos 7 pasos a seguir:

1. Redacta una lista con lo que no soportas o más te molesta de tu trabajo, incluido el entorno físico y su estética, tus compañeros, tareas en concreto, etc.

2. Redacta cuál sería tu entorno ideal, físico, compañeros, etc., para desempeñar ese mismo trabajo.

3. Haz tu entorno ideal. Del entorno físico piensa cómo podrías cambiar eso que no soportas por tu entorno ideal. ¿Qué es lo que puedes cambiar? Cambiar la orientación de la mesa para que entre luz diferente, hacer el ambiente más agradable y acogedor, cambiar la distribución del espacio, poner unas plantas que te den alegría… Sentirse bien en tu espacio de trabajo es muy importante.

4. Cambia tu actitud con tus compañeros. Si en tu lista de cosas que no soportas aparece alguno de tus compañeros, prueba a tomarte un café con él o ella y charlar un rato. A veces, comprendiendo la historia de las personas es más fácil quererlas, ese simple hecho hace que nuestra actitud cambie, la de la otra persona también y pueda cambiar la relación laboral entre ambos. Hablar desde la asertividad puede mejorar la situación. Otra opción es cada vez que te dirijas a esa persona lo hagas con una actitud positiva, transmitiendo armonía y con una sonrisa, mantén esa actitud por muy difícil que te resulte, durante toda la interacción. Poco a poco, después de unas cuantas veces y unos cuantos días, vuestra relación laboral cambiará.

5. Recuerda tus primeros días de trabajo. ¿Cómo te sentías? ¿Estabas contento? Normalmente cuando empezamos un trabajo, empezamos con ilusión y con ganas. Siente esa sensación de los primeros días, provoca en ti esa misma ilusión cuando llegues por la mañana. Prueba a mantener esa actitud el mayor tiempo posible a lo largo de todo el día. Al final del día saca tus conclusiones y pregúntate ¿Ha merecido la pena este cambio de actitud? Seguro que sí.

6. Mejora tu trabajo, sean las tareas que sean mejora la forma de hacerlo. Tómatelo como un reto. Hagas lo que hagas, haz un trabajo brillante. Aunque sea una tarea rutinaria, igual es rutinaria porque la has hecho tú que sea así. ¿Cómo puedes mejorar la calidad de tu trabajo? ¡Piénsalo! Quizás es cuestión de adquirir más formación, lee, investiga, Internet está lleno de información. Especialízate, conviértete en  el mejor en hacer lo que haces.

«La verdadera oportunidad de conseguir el éxito está dentro de nosotros no en el trabajo». Zig Ziglar

7. Cambia tu discurso interno. Anota en una libreta todas tus quejas y tus pensamientos negativos a lo largo de dos días de trabajo. Desde que te levantas y llegas al trabajo, hasta que sales y te vas a casa. Revisa todo lo que escribiste en tu libreta. Coge las quejas y los pensamientos negativos que más se repiten y reescríbelos en positivo. Por ejemplo: “Ahora tengo que hacer 20 fotocopias de mierda para la estúpida presentación”, lo cambias por “ahora voy a hacer 20 fotocopias para la estupenda presentación que he preparado”. Permanece atento/a y cada vez que surja una queja o un pensamiento negativo, repite 3 veces el contrario o positivo.

«La persona más influenciable con la que hablarás todo el día eres tú. Ten cuidado entonces con lo que te dices a ti mismo.» Zig Ziglar

       

21 Días

Es importante y muy efectivo cambiar la manera que tenemos de relacionarnos con el mundo en general. Si cambiamos nuestra actitud, sin duda cambiará nuestro entorno. Si nos esforzamos durante 21 por cambiar nuestra actitud y nuestro discurso interno, cambiaremos todo nuestro alrededor. Da igual lo que vayas a hacer, ya sea una fotocopia, una presentación, preparar una exposición, etc., sea lo que sea hazlo con una buena actitud, con alegría y con una sonrisa.  En 21 días, como explica Shawn Achor, nuestro cerebro se habrá reprogramado a crear pensamientos positivos, a sonreír y a tener una buena actitud con más facilidad. Por lo que después de esos 21 días, ese trabajo que no te gustaba mucho y que no quieres cambiar te resultará bastante más agradable.

Merece la pena probarlo, al fin y al cabo nos pasamos trabajando una gran parte de nuestro tiempo.  Por qué no hacer de ello una mejor experiencia.

Espero que te sirvan estos 5 pasos, en 21 días me cuentas… Si no siempre puedes contar conmigo para encontrar tu Arte, el Arte que llevas dentro, atreverte a sacarlo y por fin… ¡Brillar!

¿A qué esperas? LA VIDA ES HOY

By Marta Pintado

 

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5 SÍNTOMAS DE QUE NECESITAS UN CAMBIO

5 SÍNTOMAS DE QUE NECESITAS UN CAMBIO

5 SÍNTOMAS DE QUE NECESITAS UN CAMBIO

 

5 SÍNTOMAS DE CAMBIO 700A veces vamos tan rápido por la vida, que sólo nos paramos a pensar en ella en fechas señaladas como Año Nuevo, el día de nuestro cumpleaños o después del verano. Y es entonces, cuando hacemos un medio balance y nos proponemos nuevas metas y  nuevos retos para los próximos meses, como si una nueva oportunidad para mejorar hubiese llegado en ese, y sólo en ese momento.

Entonces, muy contentos, empezamos nuestro supuesto “nuevo camino” de la misma manera que caminábamos por el anterior. Seguimos haciendo lo mismo cada día, con las mismas rutinas, acumulando el mismo estrés, aguantando lo que no nos gusta y además intentando conseguir nuestro nuevo reto, como ir al gimnasio cada día, ir a clases de francés y por qué no, retomar las clases de baile que dejé abandonadas cuando era adolescente. Hasta que poco a poco sobrecargados de actividad, vamos dejando por el camino nuestros nuevos retos, sin pensarlo demasiado y siempre con alguna excusa cargada de razón. Volviendo a vivir como el resto de los años anteriores, esperando a que llegue esa nueva fecha con esa, y sólo esa, nueva oportunidad para que nuestra vida mejore.

Y digo yo, por qué no mejor, en lugar de hacer un medio balance, hacemos el balance entero. En lugar de añadir más actividades, cambiamos las que hacemos por otras nuevas. Y en lugar de caminar de la misma manera, por qué no cambiamos el ritmo. A veces sólo es cuestión de observarnos a nosotros mismos en cada paso, para darnos cuenta de que algo no va bien y cambiarlo a tiempo. A veces sólo es cuestión de querer ver las señales que nuestro cuerpo nos envía. A veces sólo es cuestión de estar un poco atentos a nosotros y a lo que nos rodea.

Por si no sabes a que señales me refiero, aquí te dejo 5 síntomas que te indicarán que necesitas un cambio:

1. Tu actividad social disminuye considerablemente. Cuándo cada vez más días, lo único que te apetece es quedarte en casa en lugar de reunirte con tus amig@s. Cuando cualquier excusa como «es que hace frío», es buena para no salir ni ir al cine porque «total, algo pondrán en la tele, yo mejor me quedo aquí». La falta de ganas de salir y relacionarte con el resto del mundo, es uno de los síntomas clave de que algo no va bien en tu día a día.

2.  No te has reído en todo un día. La sonrisa verdadera es uno de los mejores indicadores de cómo estás tú. Y es uno de los mayores detonantes de felicidad. ¿Has sonreído hoy?

3. La queja continua. Ya lo he dicho muchas veces, la queja es una de las señales del subconsciente que te avisan de que algo no va bien. Es un síntoma de malestar y de desacuerdo con la situación que vives ¡Revisa tus quejas!

4. Catarros o malestar frecuentes. Cuando sufrimos continuamente estados de nerviosismo o estrés, nuestro sistema inmunológico se resiente considerablemente. Además de ir al médico, revisa tu estado emocional.

5. Cambios de humor o irritabilidad. Si cosas que antes no te molestaban, ahora no las soportas. Si te enfadas con facilidad por cosas que no deberías o si la mayoría de las propuestas te parecen mal. Es una señal clara de que dentro de ti algo no va bien ¡Pregúntate por qué!

Cuando observes alguna de estas señales en ti, puedes hacer dos cosas: seguir adelante sin pensar en ello hasta que no puedas más o pararte a reflexionar, cambiar lo que no te gusta y vivir alegre y en armonía cada día de tu vida. Tú decides cómo quieres vivir, cada día es una nueva oportunidad. ¡Aprovéchala!

¿A qué esperas?

Recuerda…  LA VIDA ES HOY

By Marta Pintado

 

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EDUCAR PARA LA VIDA

EDUCAR PARA LA VIDA

EDUCAR PARA LA VIDA

EDUCACIÓN PARA LA VIDAHoy empiezo con una pregunta ¿Quién es el máximo responsable de la educación de los niños? Y empiezo así, porque últimamente oigo muchas quejas de padres y madres hacia los profesores, como si ellos, los profesores del colegio, fueran los máximos responsables de la educación de sus hijos, son una parte fundamental pero no la única.

Es muy gracioso porque de repente cuando algo no va bien con el niño, todo el mundo se convierte en pedagogos expertos con capacidad de decir al maestro lo que debe o no debe de hacer, en lugar de analizar lo que ellos, como padres o madres y  pilar fundamental de la educación de su hijo, están haciendo.

Incluso el otro día leí un comentario en un post que decía literalmente “Es necesario bajar del pedestal a los pedagogos y empezar a introducir a los ingenieros en el proceso educativo de nuestros hijos”. Mi cara en ese momento se quedó como la del muñequito de los ojos saltones de los emoticonos… ¡Increible! Sin entrar en polémicas diré, que me sorprende su confusión entre el Maestro y el Pedagogo siendo ingeniero, ahora,  en una cosa le doy la razón, en introducirse de una vez en el proceso educativo de su hijo, pero no como ingeniero, si no como padre. Porque en la familia es donde empieza el proceso educativo de un niño, es más, es el pilar fundamental en la educación y socialización de un niño. Y no es que lo diga yo, ya lo dijo Comenius, uno de los padres de la Pedagogía, en el año 1632  “El aprendizaje debe comenzar en el hogar”.

Si los niños llegaran a la escuela con una buena base educativa en valores como respeto por los demás, cooperación, colaboración, compañerismo, compartir… Y además también llegaran alegres, entonces, los profesores se podrían encargar el 100% del tiempo en desarrollar todas las competencias, aptitudes y conocimientos que tienen que adquirir los niños. En lugar de pasarse el 75% del tiempo en hacerse escuchar y poniendo orden porque no traen valores tan fundamentales como el respeto y los anteriormente mencionados.

Así que hoy, desde aquí, quiero felicitar a todos aquellos profesores, que me consta que son muchos, que tienen pasión por su trabajo y que además se ocupan de suplir las carencias de un pilar tan importante como es la educación familiar. Conozco profesores, sin pedestal, que dedican sus horas libres a ayudar a “mejorar su comportamiento” a niños de sus clases, provenientes de familias desestructuradas, para que no les expulsen del colegio. Gracias a todos ellos por aportar su tiempo desinteresadamente en la mejora de la vida de muchos niños y por extensión del mundo.

Y a mí, lo que me gustaría saber realmente es ¿Dónde está mi pedestal? En fin… Como yo no tengo pedestal, aquí os dejo 5 actividades que podéis hacer con vuestros niños, que además de crear lazos familiares y afectivos, cumplirán la que debería ser la gran función de la educación: Educar para la vida. Porque lo importante no es la cantidad de horas que dedicas a tus hijos, si no la calidad de las horas  que dedicas a tus hijos:

  • Crear un mini huerto en casa. Si tenemos una terraza podemos plantar en macetas por ejemplo lechugas, pimientos, espinacas o ajos que ocupan poco espacio. Si no tenemos terraza las espinacas se pueden plantar dentro en una maceta en un sitio que le de luz. Con esta actividad aprenden no sólo a unir el concepto de la palabra lechuga con el objeto, sino también de dónde viene y como crece, experimentándolo directamente e interviniendo en todo el proceso. Además de aprender valores como cuidado y respeto por la naturaleza y por todo lo que nos rodea.
  • Cocinar. Que el niño participe de vez en cuando en la elaboración de una comida sencilla. Por ejemplo montar su propio plato de comida con las verduritas ya hechas formando una cara o una figura que le guste. Hacer postres sencillos. Además de divertirse contigo, aprenderá a conocer los alimentos y valorarlos.
  • Hacer manualidades. A parte de desarrollar la motricidad fina de los niños, también les enseñas a ser pacientes, a compartir, a colaborar, desarrollan su creatividad, su capacidad de expresión, su afectividad…
  • Jugar. El juego es la actividad de aprendizaje por excelencia para los niños. Mediante el juego todo se puede enseñar y tiene un gran valor socializador. Y además si estás atento y das un poco de libertad en su desarrollo, podrás observar cuáles son los talentos naturales e innatos de tus niños.
  • Hablar. Así leído parece absurdo, todos hablamos con los niños. Me refiero a hablar sobre ellos mismos, a enseñarles a verbalizar lo que sienten, a expresar lo que les preocupa o lo que les está pasando. Hablar es muy importante para aprender a gestionar las emociones. La educación emocional es una parte muy importante de la educación para que un niño crezca sano y feliz. Enseñarles a aprender a diferenciar lo que sienten, a aceptar sus emociones y enseñarles cómo manejarlas. ¿Cómo? Hablando, preguntando cómo se sienten y ayudándoles a expresarlo de forma natural desde el primer momento.

Por supuesto hay muchísimas más actividades que puedes realizar con tus niños y contribuir a su educación y su desarrollo. Merece la pena dejar de quejarse y de echar balones fuera, pasando la responsabilidad de unos a otros. Todos somos la sociedad, todos somos el sistema. Todos podemos contribuir activamente en la educación de nuestros hijos, es más, tenemos la obligación de hacerlo.

Te dejo un vídeo de la Escuela  de Montserrat, para que veas como trabajan algunos Profesores y Pedagogos que, por cierto, tampoco tienen pedestal. Haz click AQUÍ

¿Y tú? ¿Vas a contribuir en la educación del mundo? ¿A qué esperas?

Recuerda LA VIDA ES HOY

By Marta Pintado

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PERSEVERANCIA vs PROCRASTINACIÓN

PERSEVERANCIA vs PROCRASTINACIÓN

PERSEVERANCIA vs PROCRASTINACIÓN

PERSEVERANCIA ORIENTACION PROFESIONALLa perseverancia se proclama últimamente, junto con la resiliencia, la determinación y la humildad, como otra de las habilidades fundamentales de cualquier líder,  para conseguir alcanzar el éxito.
Perseverar según la definición de la RAE es “mantenerse constante en la prosecución de lo comenzado, en una actitud o en una opinión”.

Evidentemente, cuando nos marcamos un objetivo, sea cual sea, mantenerse constante hasta su consecución, es imprescindible para alcanzarlo. De hecho, muchos proyectos se quedan a medias o en el PowerPoint por falta de perseverancia. Es entonces, cuando nos encontramos con la otra palabra, tan de moda últimamente, como es la “procrastinación”, que es ni más ni menos, no acabar lo que empezamos, aplazarlo o ni si quiera empezarlo.

Entonces… ¿Podríamos considerarlos antónimos? Puede ser, porque si no perseveras para la consecución de algo, lo dejas y si lo dejas procrastinas.

Y… ¿Qué es lo que nos lleva a dejar de perseverar y por tanto a procrastinar?

Bajo mi punto de vista 2 motivos importantes que nos llevan a ello son los miedos y la falta de evaluación y reflexión durante el proceso. Me explico:

1. Los miedos, porque son los que la mayoría de las veces nos impiden llevar una idea a la práctica, comenzarla o lanzarnos a hacer algo nuevo. La mayoría de nosotros estamos llenos de esas frases negativas, que un día nos creímos, como los «no lo voy a hacer bien-, «no sé lo suficiente», «no puedo», «seguro que si no lo ha hecho alguien ya, es porque es muy difícil», etc. Estas frases suelen aparecer tu cabeza justo cuando vas a dar ese paso adelante tan necesario para cumplir tus sueños. Son las que probocan un miedo escalofriante al fracaso y a los «qué dirán». Y lo peor de todo, son las responsables de que te quedes como estás, te guste o no, y no lleves a cabo tus ideas, ni intentes nada nuevo. También son las que inventaron la frase del miedo que tanto me chirria,  esa de «virgencita virgencita que me quede como estoy» y así se queda mucha gente, como está. Como sentado en la estación del tren, viendo los trenes pasar y sin atreverse a subir a ninguno por miedo a…

Ante esto hay una solución muy buena que ví en Redes este domingo pasado. Elsa Punset, entrevistó a Mark Stevenson,  es autor de varios libros, entre ellos “Un viaje optimista a través del futuro (An Optimist’s Tour of the Future)”. El caso es que dió un consejo para superar la procrastinación. Dijo que cuando nos tengamos que poner a trabajar en algo, que por las razones que sean, no conseguimos empezar, miedo por ejemplo, pensemos que sólo vamos a estar 5 minutos haciéndolo. Lo que ocurre después de esos 5 minutos, es que ya has superado ese miedo a empezar, a la hoja en blanco o al no sé lo suficiente para hacerlo, etc. Y ya no querrás parar hasta haberlo acabado. Es como engañar un poco a nuestro cerebro. Yo lo he comprobado y funciona. ¡¡¡Pruébalo!!!

2. La falta de evaluación o de reflexión, porque muchas veces nos marcamos unos objetivos que son alcanzables, pero los pasos que damos para ello resulta que no dan resultado. Y en lugar de parar y reflexionar acerca de ello, seguimos obstinados sin obtener buenos resultados hasta que, agotados, nos desesperamos y lo dejamos. Pararse y hacer de vez en cuando una buena evaluación del proceso, es fundamental. Sobre todo cuando no estamos obteniendo los resultados previstos. La perseverancia tiene que ser entendida como mantenerse constante en la consecución de un objetivo utilizando nuevos datos en el proceso, para tomar nuevas decisiones y encontrar nuevas vías para alcanzarlos si fuera necesario. Si no, esa perseverancia se convierte en persistencia, que es únicamente insistir y deja de ser eficiente para conseguir buenos resultados.

Todo esto lo podemos trasladar a nuestra vida en general, no es sólo para objetivos laborales. A veces nuestra vida no fluye como tendría que fluir, por miedos o por falta de reflexión. Pararse a reflexionar acerca de nosotros y de nuestra vida, es fundamental para poder modificar cosas que en un tiempo estuvieron bien, pero que ahora ya no nos beneficia o ya no nos gusta. Cambiar hábitos y costumbres que ahora no nos son útiles, es necesario si queremos tener una vida plena y feliz, que es de lo que se trata.

Así que…  ¡Párate! Reflexiona que es lo que deberías cambiar, escribe pequeños pasos que podrías dar para ir cambiándolo, ponte a ello y persevera no persistas.

 O… ¿Te vas a quedar viendo la vida pasar?

¿A qué esperas? LA VIDA ES HOY

By Marta Pintado

 

LIBRO a la VENTA

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CAMINO A LA FELICIDAD

CAMINO A LA FELICIDAD

CAMINO A LA FELICIDAD

CAMINO A LA FELICIDAD

Yo no sé si es por la crisis, que cada vez, hay más gente preocupada de buscar la felicidad o nuevas formas de encontrar la felicidad. Preocupada porque realmente muchos se quedan en el “pre” y no pasan a “ocupada”. Y la mayoría de las veces se quedan en ese “pre”, no porque no quieran pasar a “ocupada”, si no porque no saben cómo ni dónde “buscar” o ni si quiera saben qué es realmente la felicidad.

Hasta ahora, mucha gente basaba su felicidad en todas las cosas que podían conseguir o comprar. Con la crisis, mucha gente ya no puede seguir comprando esa aparente felicidad y por eso ahora se buscan nuevas formas de conseguirla.

Últimamente se viene escuchando, que hay una vuelta a la espiritualidad, sea de la religión que sea, que cada vez más gente se está volviendo a ocupar de cultivar su parte espiritual, que tenían olvidada desde hace tiempo. Y muchos la tenían olvidada, porque habían entrado en esa espiral de buscar la felicidad en lo que podían conseguir y comprar, en lo externo,  en lugar de mirar en su interior, que bajo mi creencia y la de otras muchas personas, es ahí donde reside. No hace falta andar buscando nada fuera, ni si quiera hay que buscar, lo único que hace falta es mirar, observar y sentir, lo que todos tenemos dentro.

Y ¿Qué es realmente la Felicidad? Igual es que no sabemos realmente qué es la felicidad y por eso pasamos la vida “buscándola”.

La definición de Wikipedia dice textualmente: “La felicidad (del latín felicitas, a su vez de felix, «fértil», «fecundo») es un estado emocional que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada. Tal estado propicia paz interior, un enfoque del medio positivo, al mismo tiempo que estimula a conquistar nuevas metas (véase motivación). Se define como una condición interna de satisfacción y alegría que ayuda a muchas personas”.

De esta definición me gustaría resaltar el  “estado emocional que se produce… cuando cree haber alcanzado una meta”, es decir, no es el hecho de alcanzar la meta, es el estado emocional que produce el hecho de creer que la has alcanzado. Por lo que nosotros, podemos controlar en cierto modo nuestra felicidad, según lo que creamos o no. Además acaba diciendo, que es “una condición interna de satisfacción y alegría que ayuda a muchas personas”. Por lo que si es una condición interna nuestra, nosotros la tenemos ya, no hay que buscar. Además, tenemos la capacidad de controlarla, o tendríamos que tener esa capacidad, si supiéramos gestionar nuestras emociones.

Matthieu Ricard en su conferencia en TED sobre los hábitos de la felicidad, explica precísamente esto

A menudo buscamos afuera. Pensamos que si pudiéramos juntar esto y lo otro, todas las condiciones, como se dice, «todo para ser feliz, tener todo para ser feliz». La frase misma revela la causa de la destrucción de la felicidad. Tenerlo todo. Si algo nos falta, es el colapso. Igualmente cuando las cosas van mal, intentamos arreglar el exterior, pero nuestro control del mundo exterior es limitado, temporal, y a menudo, ilusorio. Entonces miremos las condiciones internas, ¿acaso no son más fuertes? ¿No es la mente misma la que traduce las condiciones externas en felicidad y sufrimiento? ¿Acaso no es más fuerte? Sabemos por experiencia, que podemos estar en lo que llamamos «un pequeño paraíso» y aún así, ser completamente infelices por dentro.

 Él prefiere llamar a la felicidad  “Bienestar” y lo define como “una sensación de profunda serenidad y realización”. Una sensación que vive en nuestro interior.

Entonces ¿Qué podemos hacer nosotros para lograr ese estado de bienestar? Esa serenidad y paz interior… Yo os propongo 5 acciones que contribuyen a nuestro bienestar:

1. Gestionar nuestras propias emociones, observar cómo nos sentimos y no dejar que las emociones negativas tomen el control, atenderlas en cuanto surgen. Pincha aquí si quieres saber cómo.

2. Vaciar esa mochila con la que muchas veces vamos cargando por la vida. Sí, esa en la que vas metiendo las “preocupaciones” de las que nunca te “ocupas”, las presiones que nos generan algunas personas de nuestro entorno, los miedos, los qué dirán, los “si” cuando lo que quiero es decir “no”. Ocúpate de vaciar y liberarte de todo eso. ¡Quítate esa mochila!

3. Sonríe y no pares de sonreir. Una vez que has gestionado la emoción negativa, sonríe. Es difícil sentirse mal cuando sonríes, de hecho tiene un efecto positivo impresionante sobre la tristeza, sobre el miedo, sobre el odio, sobre  la ira… ¡Sonríe!

4. Dicen que si repites una acción durante 21 días, pasa a convertirse en un hábito. Prueba durante 21 días a llenarte de buenos pensamientos, pensamientos bonitos y positivos. Comprométete a, durante esos 21 días, observar tus pensamientos y cuando aparezca uno negativo, cámbialo inmediatamente por tres positivos, o uno por lo menos. De esta manera estamos reprogramando nuestro cerebro y nuestra manera de pensar, a pensar de una manera más beneficiosa que produce bienestar, armonía, salud y paz.

5. Disfruta de cada instante. Trata de vivir cada instante como si fuera el último. De hecho cada instante es el último, ese mismo no vuelve, así que vívelo bien. Tu presente crea tu futuro, vive hoy como quieres vivir en tu futuro.

 

¡Seguro que hay más! Anímate y empieza por estas a ver qué tal te va…

Y recuerda LA VIDA ES HOY

By Marta Pintado

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