CAMINO A LA FELICIDAD
CAMINO A LA FELICIDAD
Yo no sé si es por la crisis, que cada vez, hay más gente preocupada de buscar la felicidad o nuevas formas de encontrar la felicidad. Preocupada porque realmente muchos se quedan en el “pre” y no pasan a “ocupada”. Y la mayoría de las veces se quedan en ese “pre”, no porque no quieran pasar a “ocupada”, si no porque no saben cómo ni dónde “buscar” o ni si quiera saben qué es realmente la felicidad.
Hasta ahora, mucha gente basaba su felicidad en todas las cosas que podían conseguir o comprar. Con la crisis, mucha gente ya no puede seguir comprando esa aparente felicidad y por eso ahora se buscan nuevas formas de conseguirla.
Últimamente se viene escuchando, que hay una vuelta a la espiritualidad, sea de la religión que sea, que cada vez más gente se está volviendo a ocupar de cultivar su parte espiritual, que tenían olvidada desde hace tiempo. Y muchos la tenían olvidada, porque habían entrado en esa espiral de buscar la felicidad en lo que podían conseguir y comprar, en lo externo, en lugar de mirar en su interior, que bajo mi creencia y la de otras muchas personas, es ahí donde reside. No hace falta andar buscando nada fuera, ni si quiera hay que buscar, lo único que hace falta es mirar, observar y sentir, lo que todos tenemos dentro.
Y ¿Qué es realmente la Felicidad? Igual es que no sabemos realmente qué es la felicidad y por eso pasamos la vida “buscándola”.
La definición de Wikipedia dice textualmente: “La felicidad (del latín felicitas, a su vez de felix, «fértil», «fecundo») es un estado emocional que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada. Tal estado propicia paz interior, un enfoque del medio positivo, al mismo tiempo que estimula a conquistar nuevas metas (véase motivación). Se define como una condición interna de satisfacción y alegría que ayuda a muchas personas”.
De esta definición me gustaría resaltar el “estado emocional que se produce… cuando cree haber alcanzado una meta”, es decir, no es el hecho de alcanzar la meta, es el estado emocional que produce el hecho de creer que la has alcanzado. Por lo que nosotros, podemos controlar en cierto modo nuestra felicidad, según lo que creamos o no. Además acaba diciendo, que es “una condición interna de satisfacción y alegría que ayuda a muchas personas”. Por lo que si es una condición interna nuestra, nosotros la tenemos ya, no hay que buscar. Además, tenemos la capacidad de controlarla, o tendríamos que tener esa capacidad, si supiéramos gestionar nuestras emociones.
Matthieu Ricard en su conferencia en TED sobre los hábitos de la felicidad, explica precísamente esto
A menudo buscamos afuera. Pensamos que si pudiéramos juntar esto y lo otro, todas las condiciones, como se dice, «todo para ser feliz, tener todo para ser feliz». La frase misma revela la causa de la destrucción de la felicidad. Tenerlo todo. Si algo nos falta, es el colapso. Igualmente cuando las cosas van mal, intentamos arreglar el exterior, pero nuestro control del mundo exterior es limitado, temporal, y a menudo, ilusorio. Entonces miremos las condiciones internas, ¿acaso no son más fuertes? ¿No es la mente misma la que traduce las condiciones externas en felicidad y sufrimiento? ¿Acaso no es más fuerte? Sabemos por experiencia, que podemos estar en lo que llamamos «un pequeño paraíso» y aún así, ser completamente infelices por dentro.
Él prefiere llamar a la felicidad “Bienestar” y lo define como “una sensación de profunda serenidad y realización”. Una sensación que vive en nuestro interior.
Entonces ¿Qué podemos hacer nosotros para lograr ese estado de bienestar? Esa serenidad y paz interior… Yo os propongo 5 acciones que contribuyen a nuestro bienestar:
1. Gestionar nuestras propias emociones, observar cómo nos sentimos y no dejar que las emociones negativas tomen el control, atenderlas en cuanto surgen. Pincha aquí si quieres saber cómo.
2. Vaciar esa mochila con la que muchas veces vamos cargando por la vida. Sí, esa en la que vas metiendo las “preocupaciones” de las que nunca te “ocupas”, las presiones que nos generan algunas personas de nuestro entorno, los miedos, los qué dirán, los “si” cuando lo que quiero es decir “no”. Ocúpate de vaciar y liberarte de todo eso. ¡Quítate esa mochila!
3. Sonríe y no pares de sonreir. Una vez que has gestionado la emoción negativa, sonríe. Es difícil sentirse mal cuando sonríes, de hecho tiene un efecto positivo impresionante sobre la tristeza, sobre el miedo, sobre el odio, sobre la ira… ¡Sonríe!
4. Dicen que si repites una acción durante 21 días, pasa a convertirse en un hábito. Prueba durante 21 días a llenarte de buenos pensamientos, pensamientos bonitos y positivos. Comprométete a, durante esos 21 días, observar tus pensamientos y cuando aparezca uno negativo, cámbialo inmediatamente por tres positivos, o uno por lo menos. De esta manera estamos reprogramando nuestro cerebro y nuestra manera de pensar, a pensar de una manera más beneficiosa que produce bienestar, armonía, salud y paz.
5. Disfruta de cada instante. Trata de vivir cada instante como si fuera el último. De hecho cada instante es el último, ese mismo no vuelve, así que vívelo bien. Tu presente crea tu futuro, vive hoy como quieres vivir en tu futuro.
¡Seguro que hay más! Anímate y empieza por estas a ver qué tal te va…
Y recuerda LA VIDA ES HOY
By Marta Pintado