Hoy empiezo con una pregunta ¿Quién es el máximo responsable de la educación de los niños? Y empiezo así, porque últimamente oigo muchas quejas de padres y madres hacia los profesores, como si ellos, los profesores del colegio, fueran los máximos responsables de la educación de sus hijos, son una parte fundamental pero no la única.
Es muy gracioso porque de repente cuando algo no va bien con el niño, todo el mundo se convierte en pedagogos expertos con capacidad de decir al maestro lo que debe o no debe de hacer, en lugar de analizar lo que ellos, como padres o madres y pilar fundamental de la educación de su hijo, están haciendo.
Incluso el otro día leí un comentario en un post que decía literalmente “Es necesario bajar del pedestal a los pedagogos y empezar a introducir a los ingenieros en el proceso educativo de nuestros hijos”. Mi cara en ese momento se quedó como la del muñequito de los ojos saltones de los emoticonos… ¡Increible! Sin entrar en polémicas diré, que me sorprende su confusión entre el Maestro y el Pedagogo siendo ingeniero, ahora, en una cosa le doy la razón, en introducirse de una vez en el proceso educativo de su hijo, pero no como ingeniero, si no como padre. Porque en la familia es donde empieza el proceso educativo de un niño, es más, es el pilar fundamental en la educación y socialización de un niño. Y no es que lo diga yo, ya lo dijo Comenius, uno de los padres de la Pedagogía, en el año 1632 “El aprendizaje debe comenzar en el hogar”.
Si los niños llegaran a la escuela con una buena base educativa en valores como respeto por los demás, cooperación, colaboración, compañerismo, compartir… Y además también llegaran alegres, entonces, los profesores se podrían encargar el 100% del tiempo en desarrollar todas las competencias, aptitudes y conocimientos que tienen que adquirir los niños. En lugar de pasarse el 75% del tiempo en hacerse escuchar y poniendo orden porque no traen valores tan fundamentales como el respeto y los anteriormente mencionados.
Así que hoy, desde aquí, quiero felicitar a todos aquellos profesores, que me consta que son muchos, que tienen pasión por su trabajo y que además se ocupan de suplir las carencias de un pilar tan importante como es la educación familiar. Conozco profesores, sin pedestal, que dedican sus horas libres a ayudar a “mejorar su comportamiento” a niños de sus clases, provenientes de familias desestructuradas, para que no les expulsen del colegio. Gracias a todos ellos por aportar su tiempo desinteresadamente en la mejora de la vida de muchos niños y por extensión del mundo.
Y a mí, lo que me gustaría saber realmente es ¿Dónde está mi pedestal? En fin… Como yo no tengo pedestal, aquí os dejo 5 actividades que podéis hacer con vuestros niños, que además de crear lazos familiares y afectivos, cumplirán la que debería ser la gran función de la educación: Educar para la vida. Porque lo importante no es la cantidad de horas que dedicas a tus hijos, si no la calidad de las horas que dedicas a tus hijos:
- Crear un mini huerto en casa. Si tenemos una terraza podemos plantar en macetas por ejemplo lechugas, pimientos, espinacas o ajos que ocupan poco espacio. Si no tenemos terraza las espinacas se pueden plantar dentro en una maceta en un sitio que le de luz. Con esta actividad aprenden no sólo a unir el concepto de la palabra lechuga con el objeto, sino también de dónde viene y como crece, experimentándolo directamente e interviniendo en todo el proceso. Además de aprender valores como cuidado y respeto por la naturaleza y por todo lo que nos rodea.
- Cocinar. Que el niño participe de vez en cuando en la elaboración de una comida sencilla. Por ejemplo montar su propio plato de comida con las verduritas ya hechas formando una cara o una figura que le guste. Hacer postres sencillos. Además de divertirse contigo, aprenderá a conocer los alimentos y valorarlos.
- Hacer manualidades. A parte de desarrollar la motricidad fina de los niños, también les enseñas a ser pacientes, a compartir, a colaborar, desarrollan su creatividad, su capacidad de expresión, su afectividad…
- Jugar. El juego es la actividad de aprendizaje por excelencia para los niños. Mediante el juego todo se puede enseñar y tiene un gran valor socializador. Y además si estás atento y das un poco de libertad en su desarrollo, podrás observar cuáles son los talentos naturales e innatos de tus niños.
- Hablar. Así leído parece absurdo, todos hablamos con los niños. Me refiero a hablar sobre ellos mismos, a enseñarles a verbalizar lo que sienten, a expresar lo que les preocupa o lo que les está pasando. Hablar es muy importante para aprender a gestionar las emociones. La educación emocional es una parte muy importante de la educación para que un niño crezca sano y feliz. Enseñarles a aprender a diferenciar lo que sienten, a aceptar sus emociones y enseñarles cómo manejarlas. ¿Cómo? Hablando, preguntando cómo se sienten y ayudándoles a expresarlo de forma natural desde el primer momento.
Por supuesto hay muchísimas más actividades que puedes realizar con tus niños y contribuir a su educación y su desarrollo. Merece la pena dejar de quejarse y de echar balones fuera, pasando la responsabilidad de unos a otros. Todos somos la sociedad, todos somos el sistema. Todos podemos contribuir activamente en la educación de nuestros hijos, es más, tenemos la obligación de hacerlo.
Te dejo un vídeo de la Escuela de Montserrat, para que veas como trabajan algunos Profesores y Pedagogos que, por cierto, tampoco tienen pedestal. Haz click AQUÍ
¿Y tú? ¿Vas a contribuir en la educación del mundo? ¿A qué esperas?
Recuerda LA VIDA ES HOY
By Marta Pintado