LA ARMONÍA DEL EQUILIBRIO
Es curioso cómo, cuando alguien cercano o conocido se va, empezamos todos a sacar conclusiones tipo «hay que aprovechar esta vida», «no hay que preocuparse tanto que al final da igual» o «hay que vivir que la vida son dos días». Y entonces, nos proponemos vivir más, quejarnos menos y hacer todas esas cosas que siempre has querido hacer.
Pero al poco tiempo, esos propósitos se empiezan a diluir y se nos olvida nuevamente… VIVIR.
Para mí, hay cuatro pilares fundamentales en nuestra vida, la salud, el amor, la familia y el trabajo. Si los cuatro están equilibrados vivimos en armonía y bienestar, pero cuando uno de ellos se desequilibra, acaba desequilibrando al resto. Si el trabajo nos sobrepasa, tu familia, tu amor y tu salud se resienten. Si no te ocupas de tu salud, no podrás hacer un buen trabajo, ni disfrutar con tu familia, ni con tu amor. Y ¡qué decir del amor! Cerrarte a vivir sin amor, no es vivir. Los cuatro son igual de importantes.
Reflexionar sobre nuestras vidas y sobre aprovechar la vida o vivir que son dos días, requiere reflexionar sobre cómo equilibrar nuestros cuatro pilares. Porque si no, es cuando se diluye nuestro propósito. A veces no por falta de ganas, sino por falta de equilibrarlos.
Pensar en cómo dar a cada uno de ellos su espacio y protagonismo en tu vida, es fundamental. Pueden tener diferentes porcentajes, lo importante es que sean suficientes para lograr ese equilibrio, para que todos coexistan en tu vida en armonía, en su debido espacio y su debido lugar. Porque dejar a uno de lado, para dar más espacio a otro, desequilibra al resto. Te desequilibra a ti y como sabes, todo parte de ti, si tú no estás bien, lo que te rodea tampoco lo estará. Si tú no eres feliz, no podrás hacer feliz a los demás. Lo que eres, es lo que transmites.
Así que, ahora, en lugar de preocuparte y quejarte, pasa de ser víctima de la vida, a ser el protagonista y busca el equilibrio. Porque solo así, disfrutarás de esta vida, TÚ VIDA, que esperemos que sea más de dos días y así, cuando la veas pasar frente a tus ojos, te habrás asegurado de que, de verdad, haya merecido la pena.
¿Y tú? ¿A qué esperas?
Recuerda… LA VIDA ES HOY.
By Marta Pintado