LA IMPORTANCIA DE SABER GESTIONAR LAS EMOCIONES
Pero… ¿Y cuando las emociones no son buenas? ¿Nos damos cuenta enseguida o cuando ya no podemos manejarlas?
Las emociones, son reacciones psicofisiológicas que representan modos de adaptación, ante ciertos estímulos importantes para una persona y que alteran el estado de ánimo. Cuando son buenas, como hemos dicho antes, son muy beneficiosas, porque nos mantienen con un buen estado de ánimo y por tanto la salud se ve recompensada, a no ser que sean estados de eufória desmesurada.
La cuestión importante viene, cuando las emociones no son buenas, porque nuestro estado de ánimo cambia a desánimo y nuestra salud se debilita. Además, normalmente, no solemos darnos cuenta hasta que se han acumulado de tal manera, que comenzamos sufrir estrés, ansiedad, depresión, angustia o incluso fobias.
El yoga, la meditación o la respiración consciente nos pueden ayudar a conocer y sentir nuestras emociones. Yo te dejo algún consejo para manejar tus emociones por si quieres probar:
- Intenta pensar a menudo en cómo te sientes. Cuando te sientas preocupado, que algo va mal, que no te sientes bien o que tienes ansiedad o nerviosismo. Párate, respira profundamente varias veces y pregúntate que es lo que te pasa. Intenta verbalizarlo y explicártelo a ti mismo. Al verbalizarlo, nos hacemos conscientes de lo que nos provoca esa emoción negativa y por tanto a encontrar la causa que nos lleva a ese estado de ánimo.
- No te resistas a lo que sientes, ni le des la espalda. Acéptalo sin poner resistencia, siente esa emoción, respira y déjala ir.
- Intenta sentir sólo el momento presente. Sin pensar en nada y sin juzgar fíjate en lo que te rodea. Siente ese preciso instante mientras respiras. Acéptalo, ese instante ya es como es. En el presente no hay miedos, ni angustias, ni preocupaciones, eso lo hay en el pasado y en el futuro que nos empeñamos en pensar y sufrir antes de que llegue, no adelantes acontecimientos.
- Respirar profundamente te devolverá poco a poco a un estado de serenidad y de armonía. A veces estamos tan inmersos en una actividad que se nos olvida hasta respirar, para de vez en cuando para hacerlo.
- No te involucres más con esa emoción. Una vez reconocida y sentida, intenta mirarla desde fuera, como si tu estuvieses mirándola desde el balcón. Observando desde la distancia, las cosas se ven de diferente manera. No te identifiques con ella, esa emoción y estado de ánimo no eres tú.
Hay más formas de gestionar tus emociones, esta es la que a mí más me gusta. Ser conscientes de nuestra respiración y respirar conscientemente, nos ayuda a estar en el momento presente, a ser conscientes de cómo nos sentimos y por lo tanto a encargarnos de nuestras emociones en cuanto surgen. Nos ayuda a vivir nuestras nuevas etapas profesionales y personales de una manera más saludable.
¿Y tú? ¿Sabes como te sientes?
¿A qué esperas? LA VIDA ES HOY
By Marta Pintado